lunes, 31 de marzo de 2008

No se puede decir más con menos

- "Mamá, la mitad de Barcelona está pendiente de ti".
- "Pues que se vaya a la mierda la otra mitad".

Totalmente de acuerdo.


viernes, 28 de marzo de 2008

Resulta que los chinos llevan repartiendo candela

entre los tibetanos desde hace bastantes años, pero ahora, con los Juegos Olímpicos se nota más. Desde la Fundació Casa del Tibet en Barcelona, el Dalai Lama pide apoyo internacional para conseguir que el gobierno chino y el gobierno tibetano en el exilio se sienten a hablar.


Puedes apoyar su petición con tu firma entrando aquí.



Además, el sábado 29 está convocada una concentración pacífica en Madrid frente a la embajada china.

jueves, 20 de marzo de 2008

Henrik Ibsen, uno de los autores más deliciosamente

retorcidos de la dramaturgia contemporánea, hoy cumpliría 180 años. Yo cumplo 45. No me preguntes cómo he llegado hasta aquí porque no tengo ni idea, aunque el único secreto es no morirse antes.
Esta noche la pasaré con unos cuantos amigos y amigas, no muchos, los justos, los que siempre están cerca, o lejos, según convenga, pero están. Les quiero y por eso me gusta reunirlos una vez al año, para verlos juntos y guardar la foto en mi memoria.
Cuarenta y cinco ya. Aún estoy decidiendo si alegrarme o resignarme, o ambas cosas.

martes, 18 de marzo de 2008

Con esta entrada sólo pretendo saldar la deuda

contraída con cientos de miles de lectores de mi bloc, expectantes tras un paréntesis tan largo y a los que debo una explicación. ¿Por qué no he escrito nada en casi un mes? Porque no me apetecía; los genios somos así (un día averiguaré cómo funciona el punto y coma.)

En todo este tiempo han pasado cosas buenas (entre otras, me he quedado en paro por fin), regulares (todas relacionadas con mi madre y su final de karma) y algunas graciosas, como la visita de hoy a la psiquiatra. Al citarme a las ocho cuarenta y cinco de la madrugada he tenido que esforzarme para llegar puntual, aunque a cambio de dejarme el estado de ánimo positivo en la cama, arrebujado en mi edredón. Tras algunas preguntas me ha subido la dosis de una de las drogas y me ha incluido en un programa de "crisis" que incluye terapia. Ya te contaré, aunque lo mejor de ir al psiquiatra es no tener que saludar a los que hay en la sala de espera. Sólo con balancearse en la silla mientras se silba "El resplandor" se consigue ampliar el espacio de seguridad.
A ver que tal la semana próxima con la Doctora Defcon 2.

Otra deuda que saldo en esta entrada es añadir a Martín y su bloc "Happy de la Life" en Enlaces selectos. Te lo debía, guapo.